sábado, 7 de febrero de 2009

Proyecto de Estatutos (Preámbulo y Capítulo I)

PREÁMBULO

La Hermandad Penitencial de Nstro. Señor Jesús Luz y Vida, se constituye en Zamora, bajo la idea generada en el Pregón de la Semana Santa del año 1987 por Manuel Espías Sánchez, de ser:

“un recuerdo solemne, oficial y entrañablemente fraterno para todos aquellos zamoranos – cofrades o no – que hicieron posible Nuestra Semana Santa y duermen ya el sueño de la Paz”

A ellos nos mueve, también, la recomendación de Nuestra Santa Madre Iglesia que nos dice ser “obra santa y piadosa orar por los muertos” (2 Mac 12,46), y secundando las directrices del Concilio Vaticano II que en su Decreto sobre el Apostolado de los Seglares, insiste en “un apostolado ejercitado en la fe, en la esperanza y en la caridad” (Decreto Apostolado de los Seglares, cap. I,3) y que “guardando la relación debida con la autoridad eclesiástica los seglares tienen derecho a fundar y dirigir asociaciones (Cap. IV. 19. Multiplicidad de formas del Apostolado organizado).

Bajo estos supuestos, la Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús Luz y Vida, en sintonía con sus principios fundacionales y con los fines naturales de cualquier asociación pública de fieles, se compromete a dirigir sus esfuerzos en la oración por las almas de los difuntos, en el recuerdo y homenaje a todos aquellos que hicieron posible nuestras cofradías y la celebración de la Semana Santa así como el culto a nuestro titular, Nstro. Señor Jesús Luz y Vida. Además, por las propias características de nuestra hermandad, debemos remarcar el estrecho lazo que nos une con el Cementerio de San Atilano de esta ciudad de Zamora, así con la Hermandad de las Benditas Ánimas de San Atilano, lugar donde reposan en paz nuestros antepasados. Por último, constituidos como hermandad penitencial, no olvidamos el misterio central de nuestra fe, la Resurrección de Nstro. Señor Jesucristo, y tal y como es costumbre desde que se fundó esta cofradía, mantenemos como eje central de la vida interna de la hermandad la celebración de la Pascua en la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección.

I. NATURALEZA Y FINES

Artículo 1 °.- Naturaleza


La Hermandad Penitencial de Nstro. Señor Jesús Luz y Vida es una asociación pública de fieles, con personalidad jurídica (propia), erigida en la diócesis de Zamora, al amparo de lo determinado en el Código de Derecho Canónico.

La Hermandad se regirá por los presentes Estatutos, las normas diocesanas y las disposiciones del Derecho Canónico vigente que le sean aplicables. También se regirá en aquello que le es propio, y completando estos Estatutos, por un Reglamento de Régimen Interior, que regulará todos los aspectos que son susceptibles de modificaciones coyunturales.

Artículo 2°.- Domicilio social

La Hermandad tiene su sede canónica en la Santa Iglesia Catedral de Zamora y su domicilio social en las Oficinas de la Junta Pro Semana Santa, las cuales no son propiedad de la Hermandad.

Artículo 3°.- Fines de la Cofradía

1. Fomentar una vida más perfecta en consonancia con el Evangelio y promover el culto público y las celebraciones litúrgicas, así como la formación de todos sus miembros.
2. Promover la vivencia del Misterio Pascual, de la muerte, sepultura y Resurrección de Nstro. Señor Jesucristo a través de las prácticas cuaresmales y la participación en los Oficios Litúrgicos de la Semana Santa, sobre todo en la Vigilia Pascual, en la S.I. Catedral.
3. Perseverar en la oración por los difuntos, especialmente por todos aquellos que han hecho posible la Semana Santa de Zamora y profundizar en el sentido cristiano de la muerte y de la vida eterna.
4. Promover la devoción a nuestra advocación titular, Nstro. Señor Jesús Luz y Vida.
5. Promover un compromiso caritativo y social de todos los integrantes de la Hermandad a favor de los más necesitados.

Artículo 4º. – Símbolos y emblemas de la Hermandad.

La imagen titular de la Hermandad es la talla de Nstro. Señor Jesús Luz y Vida, obra de Hipólito Pérez Calvo. El anagrama de la misma, el cual representa a la hermandad, consiste en la efigie de la cara de Jesús de la que emanan rayos de luz y de vida, acorde con la denominación específica de la misma. Además, se consideran como símbolos de la misma las andas de la corona floral, los estandartes con los lemas “YO SOY LA LUZ DEL MUNDO, EL QUE ME SIGA TENDRÁ LA LUZ DE LA VIDA”, “YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA… NADIE VA AL PADRE SINO POR MÍ” y “YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA, EL QUE CREE EN MÍ, AUNQUE MUERA, VIVIRÁ” y el Libro en el cual se inscriben los hermanos difuntos de la misma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Veo muy propia la relación con la Cofradía de Ánimas del Cementerio. Sugiero que se le dé un mayor realce a ésta y que se fomente la participación de los hermanos. Un saludo.